God bless Tim Burton

No puedo tener una mirada crítica con el gran Tim. Admiro su particular manera de ver el mundo, ese costado infantil, pleno de fantasías. Esa estética tan burtoniana, tan colorida, presente en casi todos sus films. El 2005 fue generoso con sus seguidores: nos regaló dos películas y las dos buenisimas. ¿Viste cuando salís del cine con una sonrisa de oreja a oreja? Bueno, eso es lo que me pasa cuando veo alguna peli suya. Charlie y la fábrica de chocolate estará en mi Top Ten del año, sin dudas. Es simplemente excelente. Mientras la veía sentía que estaban contándome un cuento. Impecable Johnny Depp y su excéntrico Willy Wonka (¿habrá películas de Tim sin personajes excéntricos?), espectaculares los oompa loompas...algo así como el Mini deIndomables (hoy: Duro de Domar) multiplicado por miles, que bailan la infaltable música de Danny Elfman con sus letras senteciosas para los insoportables niños malcriados. Después llegó El cadaver de la novia, su segunda creación del año, que deslumbra por su romanticismo, su humor -un poco negro a veces- y las coreografías del "mundo de los muertos", mucho más divertido y colorido que el gris y lúgubre mundo al que pertenecemos los vivos. Y que hacia el final da una muestra de la mayor entrega: renunciar al ser amado para que sea feliz (con otra). Si eso no es amor...