viernes, 27 de enero de 2012

Una de las películas que más veces vi en mi vida es El mismo amor, la misma lluvia. Se lo comenté al mismo Campanella durante un Festival de Cine de Mar del Plata y no lo podía creer. No se trata de una obra maestra, pero sí de una de las películas que más me marcó. Y una cosa no necesariamente tiene que ver con la otra.

Es que, señores, yo me identifico con Jorge Pellegrini y amo ese sonido que genera cuando tipea en la máquina de escribir. Ese sonido es música para mis oídos.

Pero, ¿por qué me identifico con Jorge? Básicamente por esta escena (ojo que es casi el final) :



Amo esta última escena, aunque siempre –inevitablemente- me haga llorar. Lo probé hace escasas horas, pensando que saberme los diálogos de memoria impedirían las lágrimas, pero no. Jorge dice “Quién me manda a escribir sobre cosas que ni la menor” y estallo. Y sigue diciéndole a Laura: “Sobre el miedo tendría que escribir yo... del miedo, cátedra. Por miedo te perdí, por miedo hago un trabajo que odio…”. Por primera vez abre su corazón y expresa lo que siente. Entonces, todos sabemos que a partir de ese momento comenzará otra etapa más luminosa, una etapa que el director eligió dejar librada a nuestra imaginación.

Alguna vez yo también fui como Jorge: me quedé durante años en un trabajo que odiaba por miedo a correr riesgos; sostuve relaciones con malos tipos porque de a ratos estaba “todo bien”, me alejé de mis amigos o mi familia para no compartir lo que sentía, sin darme cuenta de que eso hacía las cosas más dolorosas... Y un día decidí que vivir amargada no valía la pena, me animé a renunciar a ese empleo que nada tenía que ver con lo que yo quería ser, y di un salto. Pequeño, pero salto al fin. Creo que me salió bien, aunque muchas cosas quedan todavía por resolver y muchos riesgos por correr. Paso a paso.

¿Te pasó alguna vez de haberte visto en un personaje?

2 comentarios:

Marina dijo...

Diria que con Rose, el personaje que hace Toni Collete, en la bellisima peli, En sus zapatos(In her shoes). Sin desperdicio!

Karina dijo...

qué buen final, Marina!!! Y qué hermosa película.