jueves, 13 de julio de 2006

Volvió una noche (Superman Regresa)

La sala quedó a oscuras y ese sólo detalle me transportó a otro mundo. A Metrópolis, precisamente. Superman Returns es una experiencia cinematográfica imperdible. Podrá gustarte mucho, poquito o nada, pero seguro que algo te va a dejar.

Para mí fue un volver a la infancia y fue sentir que hay vida después de Christopher Reeve (aunque él es inolvidable, SUPERMAN con mayúsculas).

Por dónde empezar: ¿por la música que pone la piel de gallina?
¿por el retorno de un Clark Kent, torpe como siempre, con sus anteojitos negros, con su "aparente invisibilidad?
¿por la genial actuación de Kevin Spacey y su Lex cínico, ambicioso, ácido, irónico... hasta querible?
¿por la emoción que significó saber que el Hombre de Acero no está solo?
¿ por la magia del cine que nos permite escuchar a Marlon Brando, el padre de Kal-el?


ok. Acordemos algo: Superman no es la mejor película del año y -tal vez- ni siquiera esté cerca. Pero sí es una película que entretiene. La historia en este caso es lo de menos, porque lo que importa es volver a ver en acción al (quizás) mejor superhéroe de todos los tiempos.

Y el director supo darnos bastante acción. La reaparición de Superman salvando el avión es magistral y el leit motiv creado por Williams allás lejos y hace tiempo, pone la piel de gallina. Horas después del final de la peli, seguía tarareando esa música inconfundible...

Lo más flojito de la historia está en las escenas de amor...en los diálogos entre Superman y Luisa. Pero creo que la idea era mostrarnos el lado humano de quien no es humano. Y remarcar que ese amor es un amor imposible, aunque sobreviva al paso del tiempo.

Y otro punto más a favor: aunque la peli dura casi dos horas y media, no se sienten. Al menos yo no las sentí. Se me pasó volando (con capa roja y traje azul)