miércoles, 13 de enero de 2010

Enamorándome de mi ex

Tres cosas inclinan la balanza hacia arriba en Enamorándome de mi ex:
1 - la casa de Jane (Meryl Streep), que podría ser la casa de mis sueños, tranquilamente.
2 - la risa de Jane (que es lo mismo que decir Meryl Streep en escena)
3 - la química de Jane y Jake (o Meryl Streep haciendo buena pareja con el parteneire que le toque).

La película es una comedia romántica, divertida, del estilo Alguien tiene que ceder, pero con mejores actuaciones. Una pareja que se divorció hace tiempo y que, gracias a unas copas de más, empiezan un fogoso romance a escondidas de los hijos. En el medio de este "renacer del amor" queda Steve Martin, a quien se lo ve medio raro (parece que se estiró la cara) y cumple uno de los papeles más serios de su carrera. Hasta ahí, nada del otro mundo. Pero está ella, Meryl, sin dudas una de las mejores actrices de todos los tiempos, que llena la pantalla con su frescura, su mirada y su risa encantadora. Siempre dan ganas de verla. Y cuando entra en escena Alec Baldwin sube la temperatura. Esta vez el gag físico, el personaje más cómico de la película, corre por su cuenta ¡y con Steve Martin de contrafigura!. El tipo cumple. La historia entretiene. La música invita a bailar y uno sale del cine contento... aunque, probablemente, al día siguiente la película pase a formar parte de la historia.

No hay comentarios.: