lunes, 11 de septiembre de 2006

La casa del lago

Algo debí sospechar de esta película si sus protagonistas eran Keanu Reeves y Sandra Bullock. Que se sepa: no fueron bendecidos precisamente con el don del talento ( y pido disculpas si hiero a algún fanático de la parejita de Máxima Velocidad). Digamos que Keanu da más para papeles onda Matrix y ella...bueno, ella es sólo una cara bonita.

Igualmente, no están tan mal en este film. Quizás sea obra y gracia del director. Quizá estén mejorando, pero no alcanza. La casa del lago es un drama romanticón en el que dos almas en pena (lo sabemos desde el comienzo) están destinados a estar juntos. Como en todo drama romántico lograr su objetivo no será sencillo y no habrá villanos ni terceros en discordia: lo que los separa es el tiempo. Viven a dos años de distancia y se comunican por el buzón de la casa que da título a la historia. Ese toquecito fantástico es lo único que le da un poco de sabor a la historia. Ese esperar que se encuentren, esperar que él la reconozca (Keanu tiene ventajas porque vive en el pasado) esperar que llegue el presente, esperar... que pase algo. Porque la realidad -señoras y señores- es que en La casa del lago no pasa nada. Es una película sin condimentos, le falta un poquito de sal, una pizca de pimienta.

Hay errores temporales muy groseros e incluso hoy, a varios días de haberla visto sigo pensando en distintas situaciones inconclusas. (ACLARACIÓN: Voy a revelar un detalle del final) ¿No les parece incoherente que, en el accidente, ella -después de intentar resucitarlo durante varios minutos- no lo recordara? Si se habían conocido y hasta se habían besado. ¿Cómo pudo volver a vivir ese mismo día dos veces si el que estaba en el pasado era él?

Se me ocurren decenas de preguntas de este tipo. Pero no se me ocurre ninguna razón para entender al director de películas tan diferentes (y buenas) como El amor es una mujer gorda o Valentín. Tal vez sólo esté pagando derecho de piso para en un tiempito volver a sorprendernos con sus - buenos o no tanto- siempre discutibles films.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El amor es una mujer gorda y Valentín no son buenas. La mejor película de este director argentino fue Buenos Aires Viceversa, que recomiendo fervientemente. De todos modos si yo fuera director de cine, y me quisiera entregar al dinero de Hollywood, no estaría tan mal que en el casting de la película figuren Reeves y la Bullock, que, dicho sea de paso, es simpatiquísima y buena actriz. No obstante también le gustan los billetes y hace bodrios para ganarlos. Recomiendo recorrer su filmografía completa para advertir lo expuesto (ha hecho comedia, acción, drama, suspenso, policial y romántico, y nunca se le caen los anillos)

Anónimo dijo...

P.D. a mis comentarios: no tengo blog, mi mail es enriquegarciaurcola@hotmail.com , eso para que no piensen que me escondo en el anonimato