La dama en el agua

Muchas veces no sé bien qué pensar deM. Night Shymalan. Si es cierto que la primera impresión es la que cuenta; debo decir que, en líneas generales, sus películas me agradan. Mejor dicho, mientras las estoy viendo, las disfruto, siento que me gustan. Pero, (y el pero acá era obvio) me da la sensación de que siempre hace "una de más". Me pasó con Señales (cuando aparecen los extraterrestres); me pasó con La aldea (cuando se descubre al monstruo del bosque). Es como que todo transita por carriles tranquilos, ordenados y, aunque esté siendo espectadora de las más increíble de las fantasías, yo siempre le creo, me meto en la historia, la disfruto; soy, en cierta manera, una cómplice de esa irrealidad que el director está planteando. Hasta que un baldazo de agua fría me dice "No nena, esto es ficción, no te creas nada". Y ahí viene la desilusión.

Bueno, me pasó una vez más con La dama en el agua. Le creí. Un cuento hermoso, lleno de fantasía, de personajes extraños, rarísimos. Y yo me involucré en la historia de esa ninfa que apareció en tierra para que un portero cuya vida no tenía sentido, encuentre LA razón para -en cierta forma- reconciliarse consigo mismo. La peli viene bien, Paul Giamatti se carga la historia al hombro y sigue confirmando que es uno de los grandes actores de Hollywood. El propio director (que siempre aparece en sus films)compone un personaje fuerte, bastante protagónico. El resto, cumple su papel con dignidad. Me causó mucha gracia que uno de los personajes más detestables sea el de un crítico de cine ¿Patadita del Shymalan para el gremio que viene anunciando su naufragio hace rato?

El tipo sabe meterte en la historia, repito. Maneja el fuera de campo como pocos, te involucra, te hace tomar partido. Y eso como experiencia cinematográfica está bueno. Ok, podrás decirme que no tiene ni pies ni cabeza ¡¡¡Pero es una fábula!!! Y en las fábulas pasan cosas inverosímiles...

Igual, como siempre, como casi siempre, recibí ese baldazo. Como el Piojo López, M. Night Shymalan hizo una de más. El baldazo de agua fría llegó para traerme de vuelta a la realidad y exclamar ¡¡Ah, no...esto ya es demasiado!!! ¿Por qué esos bichos, querido??? ¿Por qué?. Estábamos tan cerca....