El universo femenino que con tanta genialidad suele retratar Pedro Almodóvar es un universo que (por suerte) me resulta ajeno y a la vez, fascinante. Y digo por suerte, porque sus mujeres suelen arrastrar un pasado dramático, de esos que volverían loco al más cuerdo. Y es increíble, cómo –a pesar de tanta angustia- el director siempre logra sacarnos una sonrisa. Podría decir que Volver es más de lo mismo: una película muy Almodóvar, apta para los fieles seguidores del español que se habían sentido desilusionados con La mala educación (claro, ahí no había personajes femeninos).
Entre nos: a mi no me gustaría ser una chica Almodóvar: lloran mucho, disfrutan poco, son engañadas, sufren demasiado… Y las mujeres de Volver no son la excepción: la pasaron mal, muy mal.Pero se volvieron fuertes, eso sí. Con un elenco que brilla de manera pareja, sobresale Carmen Maura y su madre/fantasma. Penélope Cruz está bien, no lo voy a negar, esa mujer nunca tendría que haber intentado con el inglés. En este film, Almodóvar rescata, no sólo a su pueblo natal y a las creencias de su infancia; también rescata de la angustia a los corazones atormentados de sus chicas/personajes. Y al final nos confirma algo que –seguro- ya sabíamos: errar es humano, pero perdonar es divino.
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